Hoy hago la entrada número 96 en el blog, si le damos la vuelta tenemos al famoso 69. Miss escribía el miércoles sobre los comecoños, eso me dio la idea (gracias Miss eres mi inspiración) y además como le quiero dedicar una entrada a las mamadas pero aún no tengo claro el enfoque, mientras pasa el tiempo y lo voy dejando para mas adelante hoy voy a disertar brevemente sobre una fusión, el llamado 69, que todo sea dicho, para mi es una mierda de postura.    Todo el mundo creo que sabe lo que es, pero lo explicaré brevemente:
El 69 es una postura sexual que no distingue género o preferencia sexual, hacen falta dos personas, la cosa es estimular oralmente los genitales de tu pareja, a la vez que recibes estimulación en los tuyos de ella. Pueden ser dos peras o dos manzanas, también peras y manzanas, para hacer la macedonia completa. La posición de los cuerpos recuerda al número 69, de hay el nombre de la postura sexual.
Me gusta que me coman el coño y siento un morbo especial comiendo poyas, cosa que se me da realmente bien, vamos que después de una mamada de las mías no me hacen la ola porque no hay público que la acompañe, pero no es por falta de ganas.
Entonces, ¿por qué no me gusta el 69? Preguntareís, fácil respuesta, sólo daré tres razones sobradas para ello.
1-) Es una leyenda.
El 69 es más la curiosidad y atracción que genera por toda la imaginería de cine porno que le acompaña, a la hora de la verdad es más el morbo que te puede dar en un determinado momento que el placer que puedas recibir. Además están las coñas constantes con ese número, aparece en nombres de grupos de música, en camisetas, pegatinas y hasta letras de canciones. Como curiosidad, la terminación 69 junto con el 13, son las primeras en terminarse en la venta de lotería de Navidad.
2-) Es una postura incómoda.
Uno encima del otro, normalmente en caso de pareja heterosexual es la mujer la que se sitúa encima, tienes que levantar el culo para que quede a una altura cómoda (siempre se puede ayudar el hombre de almohadas) te apoyas con los codos o una mano, porque además de usar la boca es conveniente tener una mano libre para ayudar a la estimulación, puedes también intentar hacerlo de lado. Depende mucho de la altura de las personas que componen la pareja el estar más o menos cómodo, si uno es mucho más alto que otro puede ser misión casi imposible. Aquí la premisa de en horizontal todos somos iguales, no se cumple.
3-) No estás a lo estás.
La principal razón, como he dicho antes me gusta comer y que me coman, el problema es que cuando como, COMO, le pongo interés y no soy consciente de lo que me están haciendo, prefiero ser o muy egoísta o muy generosa, dar placer o dedicarme a recibirlo. Porque estar tumbada relajada mientras te hacen un buen trabajo no tiene precio, sólo concentrándote en el placer, esa si es forma de disfrutar del sexo oral.
 
Seguro que mucha gente no está de acuerdo conmigo, pero como todo lo que escribo aquí es sólo mi opinión y estaré encantada de recibir vuestros comentarios a favor o en contra del tema. Buen fin de semana a todos.





















