martes, mayo 27

Carolina


Saborea su café lentamente, hoy está feliz, ha conocido a alguien que le hace reír. Otra vez ilusionada, es guapete, y no parece tonto.

Después de una vida agitada, ha tenido demasiados amantes, pero no puede evitarlo, no es que sea una chica fácil pero siempre ve el lado positivo de todos los hombres.

Gonzalo era muy inteligente, claro que también era un facha que se pasaba el día despotricando contra el gobierno y los inmigrantes. Charly era divertido, aunque sólo la quería para follar. Nacho era un sol, pero la tenía muy pequeña y era algo impotente. Felipe era un cabrón, pero le ponía mucho. Miguel nunca daba señales de vida cuando ella lo buscaba. Pedro era un encanto y estaba muy bueno, lástima que al final resultara ser gay. Ángel le costaba dinero, su mayor interés por ella era para pedirle tabaco o que le invitara a cenar. A Luis le rompió el corazón, la adoraba pero ella a él no, era un pesado. Jesús era un pasatiempo. Oliver fue su primer amor, o al menos al primero que se folló.

Tantos nombres, tantos hombres, algunos ni los recuerda, sólo los más importantes, es decir con los que duró apenas un mes, los rollos de una noche no cuentan.

Hoy se lo ha pasado muy bien con Enrique, ese aire despistado y pasota le vuelve loca, además de sus divertidos comentarios, y parece buena persona.

Cada vez que conoce a un nuevo chico se ilusiona, se pregunta si este será el definitivo, si por fin se enamorará, si no será un cabrón, un estúpido, o si él también la querrá. Realmente nunca se ha enamorado, no ha sentido esas mariposas de las que hablaban sus amigas cuando tenían quince años. Al final termina por cansarse de ellos o son ellos los que se cansan, cuando eso ocurre está un par de días triste, puede que derrame alguna lagrimita pero enseguida tiene a otro en la agenda.

Ya va teniendo una edad, casi todas sus amigas tienen una relación estable, alguna casada, otras viviendo en pareja, y la que no tiene pareja es porque acaba de salir de una larga relación, ninguna es tan picaflor como ella. Puede que sea muy exigente, porque de entrada le gustan todos los hombres, se ha liado con auténticos modelos, pero también con algunos cayos, inteligentes, cultos, paletos, brutos, deportistas, frikis, gafapastas, modernillos y pijos. A todos les encuentra algo interesante, algo que le deja fascinada, pero que al final se queda en nada. El modernillo es un superficial, el gafapasta un pedante, el pijo directamente tonto, el friki no le hace caso, el deportista tiene buen cuerpo pero no cerebro, con el culto y el paleto no se dejaría ver por conocidos, uno por feo y el otro por garrulo, y el bruto le pone mucho pero le daba mala vida. No sabe lo que quiere, no tiene un gusto definido.

Su hombre ideal se dice, debe ser inteligente pero no ir de listo, tener sentido del humor pero no ser un chistoso, ser cariñoso pero no pesado, bueno en la cama pero no un salido, un buen cuerpo pero que no se cuide más que ella, atractivo pero no excesivamente guapo, que se arregle pero que no sea superficial, y también moreno, alto, con carrera universitaria, de buena familia... Puede que si sea un poco exigente, aunque realmente sólo pide alguien que la quiera y se entregue tanto como ella, pero a la vez respete su libertad y no la agobie. En el fondo le da igual que sea alto, bajo, listo o tonto, sabe que tarde o temprano llegará, encontrará a su media naranja, pero mientras sigue recorriéndose todas las fruterías que encuentra.

2 comentarios:

anselmo dijo...

No parece que pida tanto, pero en realidad lo que pide es un imposible, porque siempre verá un fallo en su pareja.

anselmo dijo...

Por ciero, lo siento pero te tocó el sapo XDDD...mira la entrada historia interminable