martes, junio 24

Mariposas

Hoy llevo todo el día con la sonrisa puesta y una rara sensación en el estómago. Ayer regresó mi Fresa, pero no sólo es por eso.

No sé explicarlo bien, pero cuando llevo algo de tiempo sin disfrutar de besos y caricias, el día después de conseguirlos estoy diferente, recuerdo los momentos apasionados y surgen lo que la gente llama mariposas en el estómago. Puede sonar cursi, pero es un estremecimiento que te da por todo el cuerpo partiendo del centro de tu barriga, justo por encima del ombligo, sólo con recordar como te besaban y te acariciaban. No sólo es algo romántico, te pones también cachonda.

Pero no me pasa siempre, cuando ocurre lo llamo resaca sentimental, el cuerpo todavía tiene las endorfinas generadas el día anterior y el más mínimo estímulo las activa. Aunque el efecto dura poco, puedes repetir lo mismo a diario pero las mariposas sólo aparecen cuando te has olvidado de ellas, la rutina las duerme hasta que llega un momento inesperado que se despiertan.

Hoy debo estar así por la vuelta de Fresa, llevo todo el día en las nubes recordando los besos, las caricias, como me abrazaba... Y no paso nada que no hubiera pasado antes, pero cuando tienes algo a diario no lo aprecias como deberías y basta un poco de tiempo sin tenerlo para apreciar esos momentos en toda su dimensión.

Haciendo memoria, he recordado que las mariposas hace mucho que volaron para Limón, teniendo en cuenta que con él mantenía una relación a distancia lo lógico era que las sintiera después de cada reencuentro, creo que se acostumbraron a esa rutina y ya no había nada nuevo que las despertara.

Fresa sigue removiéndolas a menudo, no hace falta que estemos separados para eso, a veces sólo se acerca por detrás para cogerme la cintura y abrazarme, o nos damos un pequeño beso furtivo, con eso es suficiente, no necesitan más y se despiertan, sin avisar, entonces se me pone la carne de gallina, un escalofrío me recorre entera y sonrío. Creo que la felicidad absoluta está cerca de esas mariposas, porque en ese momento no importa nada, sólo te sientes bien.

Antes cuando se me pasaba el efecto, me angustiaba, me daba miedo sentirlas porque no quería ilusionarme, ahora las disfruto. Hoy mis mariposas tienen ganas de marcha, voy a dejar que revoloteen a gusto y con suerte les daré algo más para que coman, tengo que mantenerlas sanas y fuertes a base de cocinar besos, caricias, sonrisas y sexo.

7 comentarios:

BIRA dijo...

Caramelo, si lo piensas bien esta breve separación hasta a lo mejor ha sido necesaria y todo. Con lo de la mudanza, la cosa de no saber cómo llamarle a lo vuestro y eso... creo que estos días has podido pensar y reflexionar sobre todo ello. Me encanta saber que estás feliz. Disfrútalo muchísimo, tesoro.

Besotes.

Viki dijo...

Joder... hace menos de diez segundos que he leído tu entrada de hoy y ahora soy yo la que está sintiendo esas mariposas...
Sé que no te conozco de nada y que (con un 99,99 % de probabilidades) nunca te conoceré, pero después de haberlo leído he sentido como si lleváramos hablando toda la vida.
De alguna forma quiero darte las gracias por haber despertado a mis mariposas.
Si algún día te apetece, pásate por mi blog (pero es mucho peor que el tuyo):
burbujadehumo.blogspot.com

Un beso muy fuerte. Me seguiré pasando por aquí muy a menudo.
Viki.

Viki dijo...

Por cierto, el título del blog es PRECIOSO.

Caramelo dijo...

Bira muchas gracias, me ha gustado que me llamaras tesoro. Para no copiarte la palabra, tu eres un solete.

Viki, mi blog no es para tanto y por supuesto que me pasaré por tu blog, seguro que es estupendo, en cuanto termine de escribir esto allí me tendrás. Un beso.

Laura dijo...

Caramba con las mariposas. Yo también las sentía, al día siguiente estaba que flotaba; pero últimamente ya no me pasa, creo que he normalizado la situación. Saludos.

moonriver dijo...

¡Cómo te envidio!

anselmo dijo...

Que suerte...hace años que no siento eso