jueves, junio 5

Estrenando casa 2. Crónica de la mudanza


Ya estoy algo más repuesta pero he pasado por un ataque de nervios, una pelea con Fresa (la primera en dos años) una multa de la que me libré por los pelos, una lumbalgia rondándome, una intoxicación de amoniaco y un corte en el dedo. A pesar de todo hemos sobrevivido, para simplificar voy por días:

Domingo:
Ese día toco terminar de recoger, hacer maletas, además Fresa tuvo que dejar su habitación vacía porque llegaba la persona que se quedaba con ella, luego dio tiempo a cañitas con amigos y aguantar bromas sobre el lugar, vivo entre la calle de las Putas y la plaza de los Yonkis.

Lunes:
No sé como sigo viva. Empezó mal el día, media hora esperando el bus, luego llegar al piso recoger las llaves y el casero pasando de nosotros, al final no dijo ni como iba la lavadora ni la calefacción, menos mal que viene el domingo a traernos el sofá, una buena noticia.
Me llevo a Fresa a comprar productos de limpieza, papel higiénico, pizza y cerveza para la cena, los antiguos inquilinos nos han dejado la casa sucia y sin nada para limpiarla. Limpio el baño y la nevera, está vacía pero huele raro, mientras Fresa vacía los armarios que tienen sábanas, toallas, colchas y trapos viejos que no quiero para nada, todo al trastero.
Después ir al banco, se supone que para abrir una cuenta conjunta para domiciliar facturas y eso, al final nos ofrecieron algo mejor y me dan ¡un portátil nuevo! La mañana va mejorando. Decidimos alquilar una “fragoneta” para la mudanza, una Ford Transit, ¿quién la lleva? Yo por supuesto, Fresa se niega a conducir en Madrid, además ni se acuerda, marrón para mí.
Vamos a alquilarla, después comemos en un Pans y nos vamos de compras, nórdico y sábanas nuevas para la cama de Fresa (y mía porque dormimos juntos) que es de matrimonio y las necesitamos para dormir esa noche. Vuelta al antiguo piso y preparar el primer viaje.
Organización fatal, como cerca de casa está jodido aparcar necesitábamos manos para descargar rápidamente, le decimos a todos los amigos que se vayan al piso nuevo y entre Fresa y yo nos ocupamos de cargarla, GRAVE ERROR, el primer viaje bien, después del segundo yo pensaba que moría, me corté con una caja de forma muy fea en un dedo, discutí con Fresa por algo tan tonto como las perchas (yo quería llevármelas casi todas y Fresa ninguna) y casi me ponen un multón merecido lo que derivo en un gran ataque de nervios.

Nota: Se me cruzaron los cables, furgona cargada hasta las trancas, casi las diez de la noche, dos horas para llenarla, llego a la plaza que hay al lado de casa, no hay para dejar el coche, doy tres vueltas pero nada y el policía amable que antes me dejó aparcar un ratito en un sitio no autorizado no está, en su lugar hay un policía borde que no me deja, se queda libre una plaza justo cuando hablaba con él, y un pedazo de Mercedes me la quita, cuando está dando marcha atrás para meter el coche intento meterme (en las narices del policía) y pasó lo que pasó.
Conversación: Policía ¿señorita sabe lo que acaba de hacer? ¿está usted para conducir? Caramelo: No estoy para conducir, comienzo a llorar. Policía: ahora me va a sacar los papeles y veremos si no le cuesta algunos puntos. Caramelo: Sigo llorando, no puedo hablar le entrego papeles.

Fresa me consuela y trata de hablar con él, yo estoy cada vez más histérica, llamo a mi primo para que baje del piso y aparque el coche, yo no puedo ni moverme estoy temblando y a Fresa se le ha olvidado como se conduce, me pregunta cuál es el embrague y cuál es el acelerador, se le cala el coche tres veces, mientras el policía apremiándonos que quitemos el coche de donde está, mi primo que no baja, yo llorando cada vez más e incapaz de hablar.
Menos mal que bajó pronto (aunque a mi se me hizo eterno) iba sin el carnet encima y harto de cervezas porque estuvieron dos horas esperándonos y bebiéndose lo que habíamos comprado para cenar (tuvieron que comprar más) hubo suerte, no le pidieron el carnet, no me pusieron ninguna multa y logré tranquilizarme. Lloré por nervio pero sobre todo por agotamiento, fue un día que no paré ni un segundo, sólo me senté en el coche para conducir y lo poco que tardamos en comer.

Afortunadamente todo terminó bien, repartimos las cajas por la casa para que no estorbaran mucho, una amiga me ayudó a poner las sábanas, mientras Fresa se iba con mi primo a aparcar la furgona. Luego hicimos pizzas (se encargó Fresa porque yo no podía ni moverme) y bebimos cerveza con todos los amigos, con muchas risas recibiendo bastante estopa por mi actitud de kamikace y la fauna que pulula cerca del piso, aunque a todos les gustó mucho el piso. Fue la primera cena de amigos de nuestra nueva casa y espero que se repitan muchas, eso sí más descansada.

Después estrenamos las sábanas aunque sólo dormir que no estábamos para nada más ninguno de los dos. Ya no dormimos tan acurrucados porque la cama es más grande, pero da igual, me encanta mi nueva cama.

Continuará...


5 comentarios:

Laura dijo...

Toda una odisea tu mudanza, sin duda. Lo que me ha calado hondo es lo de portátil nuevo. Snif, yo quiero uno. Saludos.

BIRA dijo...

Menuda tarea, Caramelo. Me alegro de que lo peor haya pasado. Lo del amoniaco... casi te lo dije. Limpiar, limpia mucho pero a mí me va fatal, así que lo tengo requeteprohibido, y no sólo en mi casa. KH7, y no, no tengo acciones, pero es igual de eficaz y yo nunca he tenido sustos con él, y eso que a veces hago unas burradas que las flipo yo sola (porque cuando se entera el Costillo me caen unas broncas del copón).

Me he angustiado y solidarizado (aunque no sirva de mucho, lo sé) leyendo tu post, y he sentido tus nervios como si fueran míos. Qué mal se pasa a veces.

Quédate con lo mejor, ahora que todo ha pasado: tienes a tu chico, piso nuevo y nuevo portátil. Qué más quieres??

Un beso!

anselmo dijo...

Siento lo de los nervios. Vaya local borde. ¿SAbes lo que hace mi pareja cuando se encuentra en esa situación y el policía le pone nervioso?... Le dice que ella no puede, que lo haga él...
UN besazo, por lo menos lo más gordo acabó...se te extrañaba
un beso

Caramelo dijo...

Laura lo del portatil es por domiciliar la nómina en Banesto, échale un vistazo a esa promoción, no está nada mal.

Bira, la intoxicación es porque me gusta el olor del amoniaco, no me molesta usarlo, pero no es recomendable poner la nariz directamente en la botella, soy una drogadiza.

Anselmo, debería haber echo eso, pero no estaba el horno para bollos...

Pequeña Desorden dijo...

Que grandes LOs Punsetes!!!! Estuve en un cocierto suyo en el Nasti, Qué buenos!!

http://nenadesorden.blogspot.com/2008/03/punsetes.html