Enfados, dudas y esperanzas

Quiero mucho a mi madre, pero a veces me pone de los nervios, supongo que como todas las madres.

Este fin de semana, el domingo mi madre vio a Limón con su nueva novia, pasó en coche al lado de su casa y sé que lo hizo adrede para verla. Los vio salir de su casa, llevando las camisas de Limón y una maleta para el coche, porque se debía marchar ya Limón al pueblo donde trabaja.
Me enfadé mucho con mi madre, estuvo hablando con la madre de Limón el sábado y le dijo lo de la llamada a mi móvil, no tenía ningún derecho a decirlo, pero mi madre está empeñada en que su ex consuegra vea que clase de hijo tiene o como son sus amiguitos, está obsesionada con una extraña venganza, de la que yo no quiero tomar parte y soy yo quien la sufre y me deja en mal lugar.
El domingo tuve una señora bronca por teléfono con ella, donde a gritos le dije que no quiero saber nada de Limón, que estoy harta de que me recuerde lo tonta que he sido, que deje de remover en la herida porque tengo que salir adelante. No he perdonado a Limón, ni le he olvidado, pero estoy camino a la indiferencia, porque él no me hacía feliz, ni yo creo que le hiciera feliz a él.

Por mucha rabia que me de lo pronto que ha ocupado otra mi lugar, no guardo ningún rencor hacía la chica, igual que yo tengo a mi Fresa, Limón también necesita alguien que le quiera y le comprenda.
En una relación hay dos personas, si bien es verdad que Limón fue bastante dañino conmigo, sé que me quiso mucho, pero no fuimos compatibles nunca y cada uno canalizó la infelicidad de forma distinta, yo le ponía los cuernos y él era agresivo conmigo, no es por justificarle, pero todos tenemos muertos en el armario y ni yo soy un angelito, ni Limón es un diablo. Creo que nos faltó valor a los dos para afrontar lo que realmente nos pasaba, y nos dejamos influir y presionar mucho por el entorno que nos consideraba una pareja ideal.

Ayer pensaba en su nueva novia, no debe ser nada fácil para ella afrontar la nueva situación, recordé cuantas veces yo era la que había cogido las camisas de Limón y las había guardado en el coche, incluso las veces que yo se las había planchado, me he propuesto no volver a planchar un camisa a un hombre en la vida (Limón es muy obsesivo sobre tener la camisas perfectamente planchadas, pero por supuesto el se niega a plancharlas) Y me lleva a pensar si Limón también se acordó de la situación.
Su nueva novia se encuentra que todo lo que haga con Limón ya lo ha hecho él antes conmigo, conocerá a su familia que me tiene en un pedestal (con algunas primas de Limón tengo muy buena relación y seguimos llamándonos al contrario que con su hermana que me decepcionó mucho) Tendrá que lidiar también con sus amigos y las arpías de sus novias.
No me da ninguna envidia y por una parte tengo un cierto orgullo porque creo que me he convertido en un tabú, seguro que ahora todo el mundo tiene cuidado de decir mi nombre en su presencia para evitar situaciones incómodas.
Soy realista y sé que todo es pasajero, que por mucho que diga la madre de Limón que no quiere saber nada de esa chica, acabará adorándola, que todo al final será otra rutina y yo pasaré a ser una chica que aparece en algunas fotos familiares y fue un novia que tuvo Limón hace años.
Pero en este momento soy un fantasma incómodo para una mujer que no tiene ninguna culpa, a veces el mundo es muy injusto, porque aunque esa chica se sienta orgullosa de que Limón esté con ella, mi sombra le va a tapar la luz algún tiempo. Diez años no se borran en dos días, aunque como todo, sólo hace falta tiempo.

Yo soy feliz y lo tengo más fácil, estoy con alguien que también tiene un pasado y tuvo una novia de universidad con la que estuvo mucho tiempo y le rompió el corazón, pero yo llegué cuando estaba todo pasado y superado, incluidas algunas mujeres más en su haber que no fueron nada serio, no tengo que preocuparme de comparaciones y de ser examinada con lupa por su entorno.
Fresa si se tiene que enfrentar a lo mismo que la nueva novía de Limón, aunque él lo tiene algo mejor, en mi entorno cercano no adoran a Limón precisamente y estando en Madrid, siempre estaremos más alejados de la familia.
No sé cuando podré dar el paso de publicar mi relación, lo quiero proteger, egoístamente también yo quiero protegerme, no quiero preguntas ni presiones, aunque sé que tarde o temprano tendré que contarlo, por ahora prefiero disfrutar de nuestra intimidad.