miércoles, abril 16

Angela

Me levanto muy tarde, varios ataques de tos, estoy algo resacosa esta mañana, pero no más que cualquier otro día. Demasiadas fiestas, demasiado alcohol, tengo que empezar a cuidarme, ya no tengo veinte años, pero qué pereza.

Observo el desastre de mi habitación, ropa tirada por el suelo, un preservativo usado en la mesita de noche, mira que dan asco una vez usados. Un recuerdo me viene a la cabeza.

Al final me tiré a Jorge, se pasó toda la noche persiguiéndome, por lo menos se puso un condón, estaba tan borracha anoche, no recuerdo el momento en el que se fue, tal vez lo eché yo ¿dónde estarán mis bragas? Por fin las encuentro, estaban debajo de la cama.

La fiesta de ayer fue un desfase, no sé como entraron tantas personas en ese piso, claro que no salí de la cocina, todo el mundo sabe que hay está el mejorymásdepravado ambiente, tienes el alcohol a mano y terminas siempre fumando porros, con lo mal que me sientan cuando voy borracha, las mejores drogas están en la cola del baño por supuesto, pero ayer no me pasé, sólo un par de rallas para despejarme, a las que me invitó Jorge. A veces soy demasiado agradecida.

Otra punzada en mi cabeza, vuelta a la realidad, tengo que limpiar y ventilar el cuarto, tal vez poner una lavadora y cambiar las sábanas, ya recuerdo mejor el polvo de anoche, y sudamos bastante, al final no estuvo tan mal, menos cuando el muy cerdo quiso darme por el culo, con lo que duele eso. La almohada huele a sudor, tabaco y perfumes mezclados, Boss, cómo no, por qué tantos tíos usan ese perfume, que poca originalidad.

El cenicero está lleno, no me gusta fumar en la habitación antes de dormir, aún hay humo en el cuarto, debieron ser los cigarrillos de después...

Me echo el albornoz por encima y abro la ventana, ya está el Sol muy alto, miro el reloj, la una y cuarto, si me doy prisa tal vez pueda hacer la compra, tengo la nevera en las últimas y debo dejar mi régimen de bocadillos de Nocilla, quizás haga compra sana, verdura, fruta, algo para ensaladas, nada de pizza, ni chocolate, ni más comida basura. No me lo creo ni yo.

Llego al baño y me observo desnuda en el espejo, tengo un buen cuerpo aunque debería hacer ejercicio, los ojos negros del rimel completamente corrido, el pelo revuelto y algo pegajoso, me tiraron por encima un chupito, huele a un licor raro, tal vez sea kiwi, recuerdo ver una botella verde en la cocina.

Bajo la ducha me siento culpable, vida desordenada, tengo que centrarme, no puedo estar siempre de fiesta en fiesta, ni de flor en flor, soy una chica muy fácil, pero es demasiado divertido como para dejarlo. Soy popular, no tengo la culpa de ser atractiva, y me gusta coquetear, hay tantos hombres por conocer, al final no me decido por ninguno y los tengo que probar todos.

Nadie me toma en serio, soy la juerguista que no se quiere atar a nada, pero no es así, quiero alguien que me quiera como soy y quiero amar a alguien, yo no tengo la culpa de que Cupido pase de mí.

Esta semana tuve mucho trabajo, tenía que desconectar, aunque todos los días termine llegando a mi minipiso de madrugada, cuando no es algo de trabajo, es alguna cita con un hombre o una fiesta. Menos mal que al periódico entro tarde a trabajar, con la excusa de cubrir los acontecimientos culturales y como terminan tarde. Ese mundo de modernillos, gafapastas, bohemios y toda esa clase de pijos que van de intelectuales, va a terminar conmigo, aunque debo reconocer que saben montar fiestas.

Odio los sábados, son la antesala de la comida familiar del domingo, por lo que no puedo pasarme mucho esta noche, debo poner buena cara a todo. Mañana es el cumpleaños de mi hermano y viene a comer su novia, una auténtica gilipollas, que se cree una pija por llevar cosas de Tous, no se puede ser más tonta, ahora estaba ahorrando para un bolso de Carolina Herrera, ¡Jo Angela! ezque es otro nivel ¿sabes?. Otro nivel es no tener que ahorrar para comprártelo tonta del culo.

A mi hermano sólo le falta la correa y el collar, mi cuñada lo tiene completamente controlado, novios desde el colegio, han estudiado carreras similares, el derecho y ella empresariales, los dos trabajan de funcionarios, tienen ya su piso comprado sobre plano, fecha de boda y hasta el nombre de sus hijos, joder, seguro que hasta planifican los días en los que follan.

Me imagino a mi hermanito a cuatro patas, atado, con una mascara negra y una mordaza, mientras mi cuñada vestida con un corsé de cuero le clava los tacones de aguja de sus botas por el culo y le atiza con la fusta. Son los dos tan reprimidos y previsibles que seguro que esconden algo raro. Tengo una mente muy pervertida.

Yo soy diferente, no encajo en esa vida de pequeño burgués, aunque tampoco sé el tipo de vida con la que encajo, sólo quiero divertirme y darle las gracias a mi complejo de Peter Pan, ya tendré tiempo de crecer.

¡Mierda! La dos menos diez, ya no llego al super, otro día a basa de Nocilla...

4 comentarios:

moonriver dijo...

Como dice una de mis canciones favoritas "las drogas son la anestesia para la razón". Entiendo perfectamente a Ángela. ¡Y viva la nocilla y el complejo de Peter Pan!

Anónimo dijo...

La nocilla para comer es cojonuda...

anselmo dijo...

Yo las pocas veces que he usado la nocilla no es precisamente para untarla en pan ;-)

Caramelo dijo...

¡Nocilla que meriendilla! Ummmm