En el segundo debate electoral entre los candidatos a la presidencia, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, nos descubrió que la guerra de Irak contaba con el apoyo de la ONU y añadió que Zapatero apoyó dicha guerra.
Yo también lo oí, y por desgracia en el sesudo debate de periolistos que hubo en la uno después, todos pasaron de puntillas.
Con lo bien que me lo pasé en el anterior debate, de cañas desde las 7 de la tarde viéndolo en el bar y discutiendo con el camarero sobre inmigración.
No quiero hablar de política en el blog, cada cual con sus ideas, pero hay muchas cosas que claman al cielo. El año pasado me toco ser presidenta de una mesa electoral en mi pueblo, se ganaron las elecciones municipales por la mínima, tan solo 3 votos de diferencia y mi pueblo no es muy pequeño precisamente, además mi mesa fue la última en terminar por diversos causas. Gente expulsada de la sala, denuncias por injurias, intentos de impugnación... Terminé llevando las actas al ayuntamiento escoltada por la Guardia Civil. Con eso lo digo todo.
Pero por muy harta que esté de toda esta mierda y a pesar de toda esta mierda, hago esta Declaración de Principios Electorales:
Hasta los ovarios de la campaña electoral.
Hasta la coronilla de mentiras.
Hasta el coño de periodistas pelotas.
Hasta los mismísimos del uso del terrorismo como arma electoral.
Hasta los cojones de no oír nada nuevo.
Hasta las narices de los políticos.
Hasta lo que no tengo de los que promueven la abstención.
Así que ya sabeis, por muy poco que nos guste, A VOTAR EL DÍA 9, da igual que votes al Partido Cannabis o al Partido de los No Fumadores. Un voto siempre cuenta, porque quejarnos todo el mundo sabemos como se hace, pero con las quejas no aportamos soluciones.
Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería.
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