miércoles, julio 2

Mi maldito orgullo

En esta semana posfutbolera, y con la victoria de España en la Eurocopa, no he podido evitar pensar en Limón bastante más de lo habitual. Como gran aficionado (más bien fanático) seguro que este domingo fue el mejor día, no de su vida, pero si de su año. Y me alegré por él. Algunas cosas hacen que me alegre por él, que se diluya el rencor que le guardo, porque no quiero tener rencor, quiero que sea indiferente para mí, sé que es algo imposible, han sido demasiados años de mi vida junto a él para que deje de importarme lo que le pase, pero prefiero tener sentimientos de alegría, quiero que le vaya bien en su trabajo, con su familia, lo que me jode de él es su vida sentimental.

Sé que no estoy siendo justa, que está mal que lo piense, pero realmente deseo que se lleve algún palo, me siento mal por pensar así, por desear que se arrepienta y se diga que ha perdido a la mujer de su vida. Supongo que con el tiempo se irá diluyendo lo que estoy pensando, según lo escribo me doy cuenta de lo ridículo que suena.
Lo que llevo mal de la nueva novia de Limón, no es el hecho de que esté con otra mujer que no sea yo, a estas alturas tengo más que superados los celos, lo que me jode de verdad es saber que constantemente la gente me esté comparando con ella, que digan pues es más o menos leer el adjetivo que se quiera ... Es muy infantil por mi parte, no lo puedo remediar.
Siempre he odiado que me comparen, pero soy realista y sé que todo el mundo (donde me incluyo) comparamos constantemente todo, desde la leche que compramos en el super, los trabajos, las relaciones, casas y sobre todo a las personas. Yo me paso la vida comparando mi situación actual con la vieja.
Todo eso me fastidia mucho y por una parte tengo una curiosidad morbosa por ver a su novia, por la otra no quiero encontrármela en la vida. Cuando me he encontrado con amigos comunes, he tenido que morderme la lengua para no preguntar por ella, mi orgullo supera a mi curiosidad.

Por otra parte Limón, a diferencia de mí, quiere que yo sea feliz, pero su sentimientos no son pura bondad, se siente así (me consta) porque le embarga un sentimiento de culpa, por tomar él la segunda decisión de dejarlo. Yo quise dejarle en agosto y él me suplicó que no lo hiciera, le di otra oportunidad y al final fue él quien tras muchos mareos, consiguió dejarme o que yo le dejara, porque fue una ruptura muy rara. Fui yo quien dijo lo de no seguir, pero las condiciones para seguir eran imposibles, no me dejaba opciones y sabía que estar juntos de ese modo no llevaría a nada. A pesar de los pesares, yo quería luchar o sólo tenía miedo a como iba a ser mi vida sin él, todavía no lo tengo claro, por esa época mi autoestima debía estar bajo el nivel del mar, como he dicho en más de una ocasión fue un año muy confuso.
El romper de esa manera le hizo aliviar su conciencia y pudo decirle a la gente que había sido cosa de los dos (aunque la gente ha terminado culpándole) eso no le quita el peso de su propia culpa, porque el sabe lo que en verdad pasó, algo de lo que yo me he dado cuenta con el tiempo.
Es sobre esa contradicción entre ganador y perdedor de la que hablé hace tiempo, para la gente Limón es un cabrón que me ha dejado y yo soy una pobre niña abandonada, él por una parte se siente culpable, pero por otra parte satisfecho de no ser el abandonado. A mi me ocurre lo contrario, no tengo ningún sentimiento de culpa (a pesar de llevar un año engañándole con Fresa) y me jode ser la abandonada.

Es sólo una cuestión de orgullo...

Quise mucho a Limón, de una forma antinatural, yo era feliz si a él lo veía feliz, pero me engañaba, realmente yo era feliz así porque cuando Limón estaba bien no había gritos, ni discusiones, ni peleas, estaba tranquila. En esos momentos podía mantenerme un tiempo en paz sin tener que estar en guardia constante, si él disfrutaba aunque me estuviera ignorando, al menos no me iba a estar reprochando nada. Y por supuesto, no quería terminar montando una escena delante de todo el mundo (como acostumbramos), otra vez el maldito orgullo...

Me gustaría decir que no siempre fue así, pero analizando los años vividos, la misma historia se ha ido repitiendo, aunque con el tiempo más intensificada, hasta estar dominada totalmente y completamente ciega, envuelta en una telaraña de dependencia, donde creías amar a alguien, pero no tenía nada que ver con el amor, era una esperanza de que todo iba a cambiar, si hace un año buscabas la palabra autoengaño en el diccionario, estaría ilustrada con mi foto.
Había muchas promesas, que con el paso del tiempo no se cumplieron, entonces se empieza a caer la venda, pero tienes detrás demasiadas presiones autoimpuestas, los años pesan mucho.
Se dieron muchas condiciones para romper, yo estaba cada vez más cansada de ser su sparring emocional, como he dicho antes las promesas de un mejor futuro veía que no se cumplían, pero sobre todo Fresa apareció en mi vida y me enseñó que hay otra forma de querer, sin presiones, sin chantajes, sin gritos... Sólo disfrutando el uno del otro.

Estoy dejando atrás ese orgullo mal entendido, que no era orgullo, era intentar conservar la dignidad cuando te habían desprendido de ella, ignorar la verdad de lo que pasaba y aparentar una felicidad ficticia.
Aún conservo algo de mi maldito orgullo que sale en cosas tontas, pero lo que si tengo intacta ahora es mi dignidad y sé que nadie más volverá a quitármela.



6 comentarios:

BIRA dijo...

Caramelo, es lógico que después de tanto tiempo recuerdes cosas de Limón y a él. Con lo del fútbol, pues hija, después de haber visto tantos partidos con él, de haberle sufrido (a él, no al fútbol) tantos domingos... al ver toda la que se ha montado te hayas acordado de él.
Es lógico.

Igualmente lógico (aunque no sé si racional o sano) es que quieras que sufra un poquillo. No nos engañemos, la mayoría lo haríamos (YO lo haría). Estaría "mal" que le deseases una enfermedad o alguna cosa mala, mala, pero que le den un poco de su medicina no me parece una maldad. Y, si te soy sincera, se la deseo hasta yo que no le conozco. Por cabrón.

Lo de ir aclimatándote a la nueva relación tiene sus cosillas, como son las comparaciones inevitables: las que tú harás entre tu pasado y tu presente, las que él hará, las que harán vuestros amigos comunes. Es inevitable. Pero, eso sí, debe darte igual. TÚ has ganado en el cambio, y eres consciente de ello. Él a lo mejor se las ve muy felices ahora. Pero cuando empiece a tener su "comportamiento habitual" (al principio todos los noviazgos son divinos) veremos cuánto le dura la nueva adquisición.

Joer, me doy cuenta que soy mala y estoy deseando que le deje con el corazón roto, para que aprenda. Pero mira, es lo que hay.

A ti y a tu Fresón os deseo lo mejor!!

Laura dijo...

Opino como Bira: normal que le recuerdes, ha sido mucho tiempo juntos. Las comparaciones: odiosas pero inevitables. Lo mismo le ocurrirá a su nueva chica, supongo; incluso a Fresa cuando lo conozca tu familia. Y si Limón lo tiene que pasar un poquito mal, él se lo buscó: recoges lo que siembras. Saludos.

anselmo dijo...

Yo creo que deberías pasar totalmente de su vida. Subirías un nivel en la escala de felicidad de la vida...cuando lo recuerdes como cuando se recuerda algo que ocurrió cuando eras niña y lo cuentas como anécdota, te darás cuenta que lo hs superado.
Un beso, guapa. Y tira hacia arriba.

ELECTRA dijo...

estoy deacuerdo con aselmo, tendemos a aferrarnos al pasado o mejor dicho cuesta desprenderse de el, pero hay que lucharlo, a veces hacer borron y cuenta nueva (y tienes una oportunidad de oro con fresa) es mas efectivo de lo que crees. solo toma nota de tus errores y a vivir que la vida esta llena de sorpresas.
te entiendo, yo pase por algo asi.
un besazo wapa.

Anónimo dijo...

Los recuerdos son nostalgia de algo pasado pero vivo en tu interior...a lo sumo, suma y SIGUE!
Besos a millones xD

Viki dijo...

¿Por qué el ser humano tiene miedo al cambio? Caramelo, no creo que te quede nada de ese orgullo (y me alegro), pero después de estar tanto tiempo con Limón tienes miedo a no saber cómo será todo ahora.
Sientes que eres la abandonada porque engañaste a Limón con Fresa y creíste, en mi opinión, que Limón sería el abandonado (y más después de una primera ruptura, ¿no?).
De todas formas, si aún te queda algo de ese orgullo, deséchalo rápido, sonríete a ti misma y disfruta.

Un besote.