Maridaje

El maridaje según la R.A.E. :

1. m. Enlace, unión y conformidad de los casados.
2. m. Unión, analogía o conformidad con que algunas cosas se enlazan o corresponden entre sí; p. ej., la unión de la vid y el olmo, la buena correspondencia de dos o más colores, etc.

El maridaje en gastronomía es la combinación perfecta entre el alimento y la bebida, de forma que creen una unión perfecta.
Yo voy a iniciar un nueva vida, Fresa y yo no nos vamos a casar, pero nos vamos a maridar, en la segunda acepción del término según la R.A.E.

Ahora es la una de la madrugada y estoy en mi actual piso disfrutando de la ultima botella de vino que me beberé, el lunes me mudo y mañana me espera un día muy duro guardando lo que me queda, que viene a ser toda la ropa, resto de calzado, bolsos, útiles de aseo y otras cosas de las que ahora no me acuerdo. Llevo toda la semana estresada, agobiada con la mudanza, tengo ya siete cajas llenas de libros y otras cosas, por lo que voy a disfrutar de mi noche de sábado tranquilamente y descansando que me lo merezco.

Después de un rato de arrumacos con mi Fresa y viendo la peli más chorra que echan por la tele, saboreando un delicioso rosado de Pago del Vicario y algo borracha, escribo lo que será mi última crónica desde este domicilio.

La semana que viene estaré de un estresado que no me aguantaré ni yo. No sé cuanto tiempo tendré para actualizar el blog, mil cosas pendientes por hacer y aún no estoy instalada, Fresa y mi compañera de piso me mandan callar en cuanto abro la boca porque sólo digo cosas sobre la mudanza, ordenar, recoger, comprar y planificar, pero es mi objetivo a más corto plazo y lo veo tan cerca...

Hoy no he parado de darle vueltas a como me ha cambiado la vida, hace un año me imaginaba en otra situación, trasladándome a mi provincia y empezando a vivir con Limón, no me esperaba que terminaría todo como terminó.

Nunca quise darle importancia a lo que sentía por Fresa, en principio era sólo una aventura pasajera, sin ningún futuro, sin planes ni compromisos. Todavía lo de los compromisos lo llevo mal, seguimos manteniendo al margen a nuestras familias, nuestros amigos ya lo saben aunque sin detalles, claro que ahora que nos vamos a vivir solos, porque juntos ya estábamos viviendo, algunos se echan las manos a la cabeza, supongo que creen que llevamos poco tiempo, cuando en realidad es un año y medio de relación y dos de convivencia.

Empecé la casa por el tejado, Fresa primero fue mi amigo, luego mi amante y ahora mi ¿novio? Dejémoslo en mi niño, porque es lo que es, mi niño grandullón al que quiero mimar, cuidar y que me hace feliz.

Feliz, esa palabra no estaba en mi vocabulario hasta hace muy poco, hasta que él me la descubrió. No me gusta ponerme demasiado cursi, pero estoy en un momento pleno de esperanzas, aunque mi natural pesimismo me mantiene con los pies en el suelo, ahora mismo no veo nada que no sea perfecto, no hay fisuras, nos conocemos, nos comprendemos y nos respetamos, pero sobre todo nos amamos.

Estoy deseando que llegue el lunes y dar comienzo a una nueva vida por fin.