lunes, mayo 12

Carmen

Saborea su café lentamente, es pronto para abrir la tienda, hoy puede desayunar tranquila, por fin tiene su propio negocio, ella solita, trabajo le ha costado.

Creció en una pequeña aldea de apenas trescientos habitantes, nunca le importó el que dirán, pero a su familia si, a veces hay que hacer muchos sacrificios por ella.
Se casó muy joven, demasiado y con alguien a quien no quería, pero que la dejó embarazada, ella no lo sabía cuando le dejó, no le quedó más remedio que volver con él, era muy guapo y la quería mucho. Su familia estaba contenta, por mucho que la noticia de la boda de penalti cayera como un bomba, lo organizaron rápido y la mayoría de los invitados no sabían que iba embarazada, a pesar de las dudas que tenían porque no hacía ni tres meses que ella le había dejado montando un escena de las que en los pueblos se recuerdan durante años.
La vida con Paco no estuvo mal, electricista autónomo, muy trabajador, le iba bien y se podían permitir caprichos, después de su primer hijo, tuvo otros dos, la vida era plácida y feliz a pesar de los comentarios de la gente. El peor fue cuando tuvo a su tercer hijo, decían que no era de su padre porque se rumoreaba que Paco se había hecho la vasectomía. Su madre tuvo un par de ovarios y se dedicó a ir cual detective privado, casa por casa hasta descubrir el origen de la infamia y aunque suene increíble lo consiguió.
Otro rumor del que ella no fue consciente, tuvo lugar cuando junto con una amiga puso su primer negocio, una tienda de ropa para niños. Como iba a menudo a Madrid a por género para la tienda, hubo gente que decía que a lo que iba era a putear con su amiga y sacarse unos cuartos. Hay cosas que es mejor no saberlas, duelen mucho.
Para ella era una maldición ser tan guapa y coqueta, es una morenaza de metro setenta y cinco, ojos verdes y tipazo, además viste muy bien aunque no de forma discreta, siempre le ha gustado cuidarse y mantiene un físico envidiable a su edad y eso a pesar de los hijos que ha tenido.
Transcurrieron más de quince años de matrimonio, donde sobrevivía, aunque confesaba a quien quisiera escucharla que si pudiera volver atrás no se casaría, a pesar de sus tres preciosos hijos habidos de su matrimonio. No vivía mal, pero no era feliz. Hasta que llegó él.
Después de muchos años casados su marido y ella decidieron construirse una casa, tenía tres plantas, la baja destinada a almacén y tienda para su marido, la segunda y tercera para vivienda, una gran terraza con piscina remataba su nuevo hogar. Nunca llegó a estrenarla con su marido.
Se enamoró, un fontanero guapísimo, le daba un aire a José Coronado cuando este estaba en sus mejores tiempos, pero aún más guapo. Moreno de pelo ensortijado, ojos también verdes y físico espectacular, era más joven que ella pero no le importó. Fue correspondida.
Al principio fueron encuentros furtivos en un motel, luego la cosa pasó a mayores, al final los dos se pusieron el mundo por montera, su nuevo amor Luis, dejó a su mujer y ella a su marido.
Fueron tiempos duros, repartirse la casa, que en un principio tuvo que seguir compartiendo con su marido, aunque la casa estaba diseñada de tal forma que pudieron dividirla en dos viviendas.
La peor parte se la llevaron sus hijos, aún se siente culpable. Al mayor que tenía quince años tuvieron que cambiarle de colegio y mandarlo con su abuela, luego decidió quedarse con su padre y ahora son socios, aún no le ha perdonado y ella sigue sufriendo, fue su primer hijo y es el niño de sus ojos. La niña tenía doce años y se quedó con su madre, no decía nada, pero sabe que también lo pasó muy mal. El pequeño a pesar de tener sólo cinco años fue quien más lo sufrió porque no entendía lo que estaba pasando.
Decidió cambiarse de pueblo, vendió su casa, buscó trabajo y se compró un piso, comenzando a vivir con Luis, aunque independiente económicamente de él.
Los nuevos comienzos siempre son duros, su primer trabajo fue en un hotel, dónde tenía que hacer de todo, tanto hacer camas como estar de recepcionista, luego una tienda de muebles, encargada de otra de ropa.
Decidió con Luis tener otro hijo, ya tenía más de cuarenta años, su primer intentó terminó en aborto, pero no tardó en quedarse otra vez embarazada, a sus cuarenta y tres años tuvo a una niña preciosa, Luis se decepcionó, tenía dos hijas de su matrimonio y quería un niño.
Cuando se quedó embarazada ya no iban bien las cosas con él, pero al menos tenía su casa y no estaba casada, no quería más papeles firmados.
Ahora, después de tanto luchar por su nueva relación, sufriendo mucho, como cuando hizo la comunión su hijo pequeño, el mayor le dijo que si iba Luis él no iba, tuvo que aguantar el acoso de su exmarido, que por mucho que intenta rehacer su vida no consigue olvidarla.
Lo suyo con Luis es intermitente, lo quiere con locura, pero es una persona inconstante al que ya ha pillado engañándola con otras, a pesar de eso, cuando intenta volver con ella, termina perdonándolo.
De todo su bagaje, ahora a sus cuarenta y seis años, le queda una hija preciosa de corta edad, otro adolescente, y su hija mayor que se casa este año. Puede que de aquí a dos años sea abuela, a veces se asusta de ver lo rápido que crecen.

Continúa siendo guapísima, teniendo un físico apabullante, tiene su propio negocio por fin y sus hijos a los que adora, pero sigue sin ser feliz del todo, nunca tuvo suerte con el amor, pero es incapaz de renunciar a él.

Nota: Esta historia es real, es una de las mejores amigas de mi madre, su nombre por supuesto no es Carmen, sólo he cambiado los nombres en este cuento que no es tal, pero esta es la historia de su vida, fue valiente, le echó un par de ovarios a la vida y lo dio todo por amor, aún le queda mucho por dar. Para mí es una auténtica Princesa.

4 comentarios:

anselmo dijo...

Ays..que historias preparas estos lunes tan deprimentes...`por lo menos me he alegrado por ti y tu finde de cumple...
Por cierto, ¿que tal el bistec? XDDD.
un saludo

Anónimo dijo...

Olé sus huevos! Como tú dices...es toda una Princesa!!!!
En cuanto al cumpleaños...el desfase jejeje
Saludos y besosss

BIRA dijo...

Me ha gustado cómo has contado su historia. Ha tenido huevos u ovarios, como quieras, pero no ha tenido mucha suerte. Aparte de sus hijos y su independencia económica no ha tenido mucho más.
Personas como "Carmen" merecerían tenerlo todo en la vida, o al menos lo más importante: salud y amor. Ojalá lo encuentre, que creo que todavía está a tiempo, y que lo disfrute como si tuviera quince años... y hasta la eternidad.

Anónimo dijo...

Lo que hace el curioso mundo del musculo bombeante de sangre... pero eso sí hay que reconocer que tiene un par de ovarios...