Hay días tontos donde a veces pasa algo insignificante y se te cae el mundo encima.
Hay días de odio hacía el mundo y hacía ti.
Hay días que no hay medicina que los cure, sólo tienes que dejarlos pasar, sonreír y ponerle buena cara a todo lo que te rodea porque no quieres que nadie sepa lo que te pudre por dentro.
Hay días que la sonrisa no puede esconder unos ojos, sobre todo cuando alguien se mira en ellos.
Hay días que no hay palabras para la tristeza, no puedes decir lo que te pasa porque no pasa nada nuevo ni nada viejo, todo sigue igual pero tu no puedes avanzar.
Hay días que te quedas parada, perdida y abandonada.
Hay días en los que sin pedirlo con dos brazos te rescatan.
5 comentarios:
Y hay días, justo los que más perdida estás, en que nada ni nadie quiere/puede rescatarte, y son los peores.
Yo también estoy en uno de esos días. ¡Ánimo!
He tenido, y seguro tendré, muchos días como esos, y los dejo pasar con la esperanza de que me voy a sentir bien cuando terminen.
Este finde aproveché para ponerme al día con tu blog, tenía la sensación de que había empezado a ver una película por la mitad. Y ahora entiendo muchas cosas. Me gusta como escribes, me pareces sincera y llamas a las cosas por su nombre.
Laura...Te sorprenderías lo que puedes leer en este blog...y lo que puedes leer en su anterior blog de cuando su vida con limón...y como me alegra que, a pesar de tener sus días, Caramelo es feliz.
A veces yo también releeo mi antiguo blog, me ayuda a recordar cuando estoy nostálgica.
Ahora soy feliz, aunque no siempre, pero sobrevivo muy dignamente, sin tantas mentiras en mi vida.
Un beso a todos.
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