Situación:El viernes me puse celosa, y mucho, mi ex (limón) está con otra chica, me lo dijo el personalmente, que llevan nada de tiempo, que la llamó por mi nombre, que no va a querer a nadie más que a mi, que la chica ha sido la que le va detrás, piensa mucho en mi aunque cree que es lo mejor que no estemos, blablalala.
Hechos Contrastados:
Sé, aunque suene presuntuoso, que no me mintió, bueno matizó algunas cosas (si está con otra será porque le gusta) pero sé que no me olvida y sé también (no porque me lo haya dicho él, que una tiene fuentes aún más fiables) que es la otra la más interesada.
Sensaciones raras:
Jodido ego y preguntas (quién es ella y en que lugar se enamoró de ti...)
Pero no evitaron que me comieran los celos, no porque ya no esté con él, sino por el hecho de que él quiera estar con alguien que no soy yo, yo antes era la mujer de su vida y ahora me jode no serlo, aunque no quiera volver con él ni muerta.
Mi respuesta:
Pequeña venganza, le conté (versión extra-ligt) que he comenzado una relación con Fresa, al cual conoce, se quedó sin habla...
Consecuencias:
Los malos pensamientos como vienen se van, el sábado un pequeño mail, donde me cuenta que la otra con la que está le ha mandado a hacer leches, cuando le ha dicho que estuvo viendome el viernes...
Fresa también sabía de mi encuentro, pero claro, Fresa confía en mí.
And the winner is:
Yo.
Si, lo sé, soy una cabrona.
Conclusiones finales:
Es muy difícil competir con un fantasma, que no ves, pero lo sientes rondando, que coño, bien por la chica, yo habría hecho lo mismo, después de toda la mierda que me he tragado quien esté conmigo que lo esté al cien por cien.
Yo no quiero ser una fantasma, quiero ser una princesa.
En los celos hay más amor propio que amor.
François de la Rochefoucauld (1613-1680) Escritor francés.
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