jueves, julio 31

Reflexiones y consecuencias

Amistad, algunas veces no sabes lo que significa esa palabra. Se han unido muchos hechos en mi vida que me han llevado a reflexionar muchos sobre mis amigas y amigos, las reflexiones a las que he llegado son las mismas de siempre, soy demasiado confiada, no es que me haya hecho nadie ninguna putada reciente, pero es verdad que todo el mundo en el fondo va a su bola y a lo que más le conviene, y yo no soy una prioridad para nadie.

Cuando eres adolescente tus amigas son lo más importante de tu vida, por encima de familia y novios, pero creces, maduras (o crees hacerlo) conoces gente nueva y diferente, te estabilizas y te creas tu propia vida.

Siempre he sido muy independiente de todo el mundo, hasta de Limón, aunque al final sin darme cuenta los últimos años giraron en torno a él, pero era normal, tu pareja con la que llevas muchos años, con la que se supone que formaras una familia pasa a ser uno de los ejes de tu vida, al igual que tu de la suya, es ley de vida. Los planes se hacen en común y si interfieren en otros, tus prioridades siempre se dirigen a lo que más te conviene por las circunstancias que sean (que no siempre es lo que realmente te apetece) y normalmente las prioridades van hacia él.

Cuando has tenido novio tanto tiempo y aunque ahora también lo tenga, pese a que no tenga asumida la palabra, en mi relación aún no hay proyecto de valla blanca con jardín (ni prisa tengo), me considero medio soltera y cuando voy al pueblo soltera del todo (pero siendo fiel a Fresa ¡ojo!) mi vida en Madrid si puede girar un poco en torno a Fresa, compartimos vivienda y yo soy la que cocina, sólo la obligación (impuesta por mí) de cocinar ya me condiciona los planes, lo que no quiere decir que si quedo con mis amigas para cenar o me voy un fin de semana, Fresa se va a morir de hambre, ya llamará al telepizza.

Estoy dando muchos rodeos, sólo quiere decir que conforme crecemos nos independizamos más, conocemos a más gente pero a la hora de la verdad aunque nuestro mundo se supone que se amplia, siempre tenemos un centro y terminamos moviéndonos en el mismo circulo.

Ese circulo se me rompió hace casi ocho meses, no es mucho tiempo pero siento como si hubiera pasado una eternidad, tantos cambios han hecho intensos esos meses, no me considero más madura después de esto, aún sigo bastante desubicada, sobre todo cuando voy a casa, no he podido evitar darle mil vueltas a la cabeza sobre todo lo que hice, dije o me pasó el fin de semana pasado.

En Madrid cambiaron cosas, pero fue lo de la casa y el trabajo; mis amigas y Fresa, ya estaban allí, la rutina ha cambiado algo, pero el fondo sigue siendo lo mismo. El pueblo es otra historia, el pueblo era Limón, su casa, su familia, sus amigos (que yo aún no estoy segura si también son mios) y mis idas y venidas con él.

No le echo de menos, nada, hasta me sorprende sentirme así, el sábado estaba con su nueva novia y no me sentí celosa, a pesar de mi miedo a sentir celos o a sentir algo por él, fue otra batalla ganada conmigo misma, batalla que perdí cuando me enteré de su relación, bastante absurdo por mi parte teniendo a Fresa a mi lado pero era mi orgullo herido el que me atacaba, no los celos ni el amor, era el pensar ¡coño que rápido encontró sustituta! Él que me decía todas esas cosas que se dicen cuando te prometen amor eterno.

Soy muy inocente y me gustaría seguir así, aunque me enfrento por eso a muchas desilusiones no me importa, por eso lo que más me jode después de lo pasado es lo desconfiada que me he vuelto y la falta de ilusión que tengo, estoy muy bien con Fresa, pero no hago planes de futuro, no tengo ganas ni fuerzas para contarlo a la familia, quiero experimentar una vida sola que sé que no es real, pero mola que la gente no se meta en tu vida, ni te pregunten por tu novio, ni cuando te casas y esas chorradas, disfruto de una relación sólo para mí.

Ahora he abierto los ojos respecto a todo el mundo, amigas, amigos.... y me estoy dado cuenta de cosas que siempre han estado allí pero yo estaba demasiado ocupada mirando a Limón para verlas, el resumen es que todo el mundo va a su bola, porque a la hora de la verdad yo también voy a lo mío, ahora miro a Fresa, pero también miro más a mi alrededor, tengo que cuidar a los amigos, porque no puedes exigir que te cuiden si tu no haces lo mismo. Se terminó mi vida cómoda dejándome llevar, ahora tengo que ser yo la guía.



lunes, julio 28

Miedos antiguos y esperanzas nuevas

El fin de semana me ha dado para todo, reencuentros con viejos amigos que dudaba que lo aún lo fueran, sentirme muy sola y darme cuenta que soy yo la que me aíslo de la gente por un miedo que he descubierto que ya no tengo.

El puente lo pasé en mi pueblo que estaba en ferias, el jueves no salí y el viernes tampoco porque la única de mis amigas no salía, luego estaba el otro grupo de amigos, los comunes de Limón y míos, a los que salvo una pareja, a los demás los vi de pasada en Navidad y Semana Santa, sin ocasión de hablar y de estar con ellos de forma normal. No quise llamarlos el viernes, me sentía dolida, nadie se ha acordado de mi para llamarme ni preguntarme que tal estoy, pero entiendo que la gente tampoco se quiere meter en nada, ni tomar partido, ni que puedan pensar que lo hacen por cotillear, era yo quien tenía que buscarme la vida y yo sola me he separado de ellos durante estos meses, a veces pensaba que era la novia de todos y una vez terminado con Limón, terminaba con todos, pero es sábado me di cuenta que no era así. Aunque el viernes me sentía la última persona en la tierra, completamente sola.

Salí el sábado y aunque había quedado con mi amiga, se dieron una serie de circunstancias favorables que hicieron que me reencontrara con toda mi antigua panda, que se alegraron mucho de verme, nos estuvimos contando un poco la vida, quien se cambia de trabajo, quien se casa y esas cosas, aunque les dije que estaba dolida por algunas cosas, como la cena de Navidad, que nadie se molestó en avisarme, puede que ellos intenten evitar que Limón y yo nos encontremos para evitarse situaciones tensas, pero yo les intenté dejar claro que por mi parte no hay problema, si Limón está simplemente lo ignoraré, tengo que seguir con mi vida y él con la suya. Intenté no mencionar a Limón en ningún momento, ellos comentaron que como yo estaba no osaba a acercarse, el se encontraba en el mismo local porque estaba cenando con sus primos (estábamos en un hotel cuya terraza también es bar de copas y tiene restaurante) estaba también su nueva novia a la que no vi o mejor dicho preferí no ver, con lo cual sigo sin saber que aspecto tiene, pero realmente no siento curiosidad por ella, no siento ningún interés por la vida de Limón, no se si es indiferencia o miedo a que saber algo de él pueda dolerme aún, cada día que pasa me es todo más igual aunque es algo que voy descubriendo poco a poco, cuando me enfrento a lo que me da miedo descubro que era un tontería y que no tenía porque tenerlo.

Oí algunos comentarios de pasada de sus amigos sobre que no conocen a su nueva novia, sólo algunos, él sigue con ellos en el pueblo, de fiesta, pero mantiene su relación separado del grupo, yo lo vi muchas veces esa noche, nos cruzamos varias veces y le negué el saludo, puede parecer infantil, pero yo no saludo a los desconocidos y Limón se ha convertido en un desconocido para mí, y por lo poco que he sabido de él también es un desconocido para mucha gente.
Además me cabreó bastante, que justo la víspera de la feria me mandara un mail amistoso preguntándome por mi vida, porque se que su verdadera intención era quedar bien para cuando se encontrara conmigo en la feria (imaginándose que yo iría) le saludara y poder decir a todo el mundo que hay buen rollo... Cuando le escribí diciéndole que no quería saber nada de él, lo que me contestó (aunque le pedí que no me contestara) fue que sólo quería que cuando le viera no le negara el saludo ni le volviera la cara. Apariencias, vive en su bonito mundo de apariencias, pero ya no tengo que bailarle el agua, no se merece ni una mirada.

Me acosté a las ocho de la mañana y me lo pasé bastante bien esa noche, pude hablar con algunos de los primos de Limón que se que me quieren mucho, me crucé con su hermanita, mi adorada excuñada... Que como bien dije a algunos de sus primos y no me cansaré de repetir, yo no he hecho nada para que me retire su exquisito saludo... Pues se cruzó conmigo con cara de mala leche y me volvió la cara justo al pasar a mi lado, yo la mantuve, se que no tengo que agachar la cara ante nadie.

El domingo llegué a Madrid y Fresa me recibió muy cariñoso, me había echado mucho de menos, no paró de decirme lo mucho que le gusto, abrazarme, besarme, no me dejaba, salimos a pillar algo para cenar, vimos una peli abrazaditos y a dormir pronto, es un gustazo para mi levantarme a su lado todas las mañanas.

No sé si un clavo saca otro clavo, pero yo hace mucho tiempo que había dejado de querer a Limón, ahora me estoy enamorando como una tonta de Fresa, lo que no quita que no este dolida, sobre todo porque creo que he desperdiciado mi tiempo en una relación que me ha hecho mucho daño y me ha dejado muy tocada, además he comprendido que yo no echaba de menos a Limón cuando iba al pueblo, echaba de menos mi estilo de vida, este sábado no fue diferente al viernes del año pasado de Feria, (el sábado de feria del año pasado fue otro cantar lleno de lágrimas) copas en la terraza con mis “amigos” luego después pasar la noche con mi amiga, para terminar volviendo sola a dormir, porque Limón no quería irse y se negó a acompañarme el año pasado, este año no tenía compañía, la única diferencia era que este año no hubo enfados ni lágrimas, sólo copas, risas.

Tenía una espina clavada muy profundamente, ya está casi toda fuera, le falta un empujoncito, pero no tengo prisa para que salga. Hay cosas que nunca se deben de olvidar.

Para terminar una canción muy cañí, pero que lo dice todo.

martes, julio 22

Cronica de un fin de semana

He de decir que soy novata en esto de los festivales, pero ahora estoy en un momento de mi vida en el cual me apunto a un bombardeo, además el abono por los dos días sólo nos costó 90 E, recomprando las entradas a unos amigos que no iban y las habían pillado con tiempo.

Hay estaba yo el viernes, chutada de antinflamatorios, dopada a base de diazepan y con un paquete de tabaco lleno de porros en el bolso (soy un desastre liándolos y me los llevé hechos desde casa) esperando en Tribunal a las cuatro de la tarde a un amigo de Fresa, después de más de una hora en el metro ligero (que debería llamarse pesado por lo lento que es) y tras caminar más de media hora bajo un sol de justicia, llegamos al concierto de Kooks, bastante divertido, lo vi en primera fila, pero esquinada protegiéndome del sol con la valla, después nos acercamos a ver a Dorian, llegamos a tiempo para la famosa, luego apareció una amiga del amigo de Fresa, tocaban los Campesinos, que no me gustaron mucho, aunque los preferí a Mogwai, eso sí estos últimos eran más divertidos. Después momento relax pillamos un cojín debajo de la carpa chill-out con césped que habían puesto los de Converse, nos tiramos los tres sobre él y creo que hasta me dormí, con lo drogada que iba y lo cansada que estaba lo necesitaba, así que me perdí a Facto Delafé y a The Raveonettes, nos levantamos descansados y pillamos buen sitio para Kaiser Chiefs, para mi el mejor concierto, después a los Planetas, que no son mucho de mi agrado, al único que le gustaban era al amigo de Fresa y tampoco estaba muy convencido, eran ya las cuatro de la mañana y llevábamos doce horas danzando (nunca mejor dicho) y volvimos a casa agotados.

El sábado fue más tranqui, cuando nos levantamos y comimos, fuimos a que me dieran mi pinchazo y después quedamos a hacer botellón en casa del amigo de Fresa (le tengo que buscar un nombre que esto es muy pesado le llamaré Tomate, yo me entiendo...) y decidimos ir más tarde y en bus, que nos dejaba más cerca. Llegamos justo cuando tocaba Blondie, pena que estos no tuvieran mucho interés porque lo poco que estuve en su concierto me encantó, para ser una abuelita no lo hace mal la señora, pero querían pillar un buen sitio para Interpol, cosa que no logramos, al final como mi espalda se resentía y a Fresa tampoco le molaba mucho, optamos por sentarnos en el suelo lo más cerca posible, los veíamos por la pantalla y nos quitamos de agobios. A Maximo Park no lo perdoné, estuve pegando botes y hasta pillé un cacharro de esos que lucen. Con The Verve estuve un ratito, pero volví con Fresa al suelo, con la espalda como la tenía no podía quedarme quieta, o bailaba o me sentaba, dejamos a Tomate un rato solo y nos fuimos a cenar algo, un par de porciones de pizza barbacoa y fuerzas recuperadas, eso creía, porque cuando llegó Primal Scream aguanté tres canciones, deje solos a estos dos y fui a sentarme un rato al césped, fumar un rato tranquilita y echarme otro whisky. Ya suficientemente drogada y borracha, terminamos en la carpa de Levis, cuando pinchaba el del Low que ahora no se como se llama pero que hizo que me moviera como una epiléptica.

Tengo algunas lagunas de memoria y me cuesta ordenar los hechos, volvimos a Madrid, con Tomate mosqueado porque Fresa que se emborrachó bastante, le dio por intentar presentarle chicas para que no estuviera sólo, parecía que le habían echado viagra en las copas porque estaba salidísimo y no hacía más que besarme y meterme mano, con lo cual aumentaba más el cabreo de Tomate al estar un poco de sujetavelas. Para rematar un comentario algo desafortunado por mi parte hacia Tomate (que estuvo liado con una de mis amigas ¡viva la endogamia! ) terminó con un cabreo considerable por su parte. Afortunadamente creo que para cuando llegamos a Madrid se solucionó un poco todo. Llegamos a casa y Fresa me echó un polvo de campeonato, pero yo estaba destrozada, borracha y drogada, con lo cual lo dejé a medias al pobre.

Me desperté a las doce de la mañana y le compensé la vuelta a casa, luego seguí durmiendo hasta las siete de la tarde, me levanté, duchita y al centro de salud para mi pinchazo diario (parezco una yonki) vuelta para casa, cenita de Mc Donals que no estaba para cocinar y vuelta también a la cama con Fresa.

Resumiendo, el viernes mucho calor y música, el sábado muchas drogas y alcohol, el domingo mucho sueño y sexo.

Nunca me he levantado mejor y a la vez peor un lunes...





Esta es una de las canciones que más me gustaron, lo mejor como todo el final, disfrutarla.

lunes, julio 21

Sexo, drogas y rock & roll

Tengo el blog olvidado, pero sigo viva aunque últimamente no tengo demasiadas ganas de escribir, falta de tiempo, falta de sueño, mucho calor o simple pereza y eso que en estos días me han pasado cosas bastante interesantes o al menos se han salido de mi rutina habitual.

Pequeño resumen que puede ser ampliable un día de estos:

  • Conocí por fin a la madre de Fresa.
  • He conseguido que me den unos días libres en agosto, lo que quiere decir que podré ir a ver a Fresa a su casa cuando el se vaya de vacaciones.
  • Me ha dado una lumbalgia galopante y tengo que ir a ponerme una inyección diaria de antinflamatorio, ahora me duele más el culo que la espalda.
  • Con mi lumbalgia he tenido el valor de pasarme el fin de semana en el Summer Case y me lo he pasado como una india. Para resistir tuve que ponerme a base de Diazepam, Diclofenaco, porros y whisky con red bull.
  • El domingo dormí más de veinte horas para recuperarme, sólo salí de la cama para ir a pincharme y a por la cena.
  • Me duele todo el cuerpo, sin EXCEPCIÓN, para ser más concreta el domingo no sólo usé la cama para dormir, creo que tengo agujetas en el coño.

Resumiendo, mi último fin de semana ha cumplido la máxima de SEXO, DROGAS Y ROCK & ROLL



martes, julio 8

Marujeando

No lo puedo evitar, soy una maruja declarada y aspirante a cocinera aficionada. Hoy he estado en uno de los paraísos para mis dos males, el supermercado del Corte Inglés, me he pulido el dinero de la compra de forma fulminante y llevaba muuuucho encima, es lo que tiene intentar comer bien.

Lo peor ha sido esa pescadería, treinta euros tan sólo en unas pocas almejas y poco más de medio kilo de merluza, ya puede estar buena la merluza en salsa verde que he intentado preparar (ahora me sale la vena maruja quejándose de lo caro que está todo) pero coño, es verdad, la crisis o “desaceleración” es una gran putada que se nota en el bolsillo, la llamada cesta de la compra cuesta mucho más llenarla. La leche, la carne, la verdura, todo está más caro, no sé si la culpa la tendrán los precios de los combustibles, la caída de la bolsa o su puta madre en bicicleta, pero está la cosa mu malita...

Volviendo al super del Corte, también he ido a parar en uno de los más caros de Madrid, pero necesitaba comprar algunas cosas que no tienen en el Día de mi barrio, ni en el Sabeco chino (el super más raro que he visto) que hay al lado de casa, y lo que en un principio iba a ser dos cajas de arroz, uno de Basmati y otro para risottos, además de jalapeños y salsa Valentina, para Fresa que adora la comida picante, se ha convertido en una pedazo compra, que me ha hecho arrastrarme desde Sol hasta mi casa con tres bolsas que pesaban más que un muerto. Pero ese super es tan grande, tan limpio, tiene tantas cosas y con tan buena pinta, soy débil, no puedo remediarlo.

No tengo remedio, no he sido capaz de comprarme ropa en rebajas (entre otras cosas porque me robaron la cartera el día que por fin me fui de rebajas) pero me gasto un dineral en comida, libros y bragas. Lo que indica que mis vicios son culinarios, culturales y sexuales, por lo menos me gasto el dinero en placeres que merecen la pena.

lunes, julio 7

En tu cama. 2ª Pequeña carta de amor.


Ya no disfruto de esos noventa centímetros contigo,
ahora disfruto de unos centímetros que no están de más.

Ahora me despierta la alarma de mi móvil,
y eres tú quien me da permiso para seguir remoloneando a tu lado.

Ahora eres tú quien busca mi hueco en tu cama,
eres tu quien se queda durmiendo sobre mi silueta
que he dejado dibujada en tus sábanas.

Ahora soy yo la que te besa los hombros,
la que te mete mano mientras sueñas,
la que tiene que escapar de ti corriendo a la ducha.

Escapo de tu cuerpo que me exige unos minutos más de caricias,
de tus besos por mi nuca, de tus manos que aprisionan las mías,
mientras me das el primer abrazo de la mañana.

Ahora la cama es más grande y yo me tengo que levantar antes,
pero sigue encantándome despertarme sobre tus sábanas.



viernes, julio 4

Victoria


Hace demasiado calor en la caseta de obra, Victoria está sudada y a la vez temblorosa, hace apenas media hora que ÉL se ha marchado, le ha dejado varios orgasmos más satisfecha pero nunca obtiene lo suficiente de ÉL.
ÉL es su jefe, pero eso no es lo importante. ÉL está casado, pero a eso a Victoria no le importa. ÉL sólo la usa, pero a ella le gusta ser usada.
Recuerda el día que se presentó a la entrevista de trabajo, venta de pisos sobre plano, directamente al promotor. No tenía demasiada experiencia como comercial, pero a sus veintidós años y con su diplomatura en ciencias empresariales bajo el brazo estaba dispuesta a cualquier oportunidad de trabajo que se le presentara. Buscaban a una mujer joven, pero no tan joven como ella, con buena presencia y don de gentes, un perfil comercial como otro cualquiera.
Victoria no era especialmente extrovertida, ni tenía una presencia imponente, era la chica más normal, entre todas las chicas normales del mundo, pero era joven, estaba guapa simplemente por eso, con la cara lavada y su pelo largo recogidos en una coleta baja, no era ni muy baja, ni muy delgada, lo dicho, completamente normal. Estaba incomoda en esa oficina, estrenando su traje negro de raya diplomática, se lo había comprado para las entrevistas serias.
Su vida había transcurrido siempre en su barrio de Madrid, uno de clase “obrera” de los muchos que hay, con padres emigrados del sur de España. Se podría decir que no había salido del cascarón, hasta que lo conoció a ÉL.
Entró en la oficina para la entrevista y le recibió un hombre muy alto, muy moreno de piel, con una sonrisa de dientes blancos y unas canas que se dejaban entrever en su negro pelo. Se le veía ocupado, con su camisa de cuadros remangada hasta el antebrazo, dejaba ver unos brazos fuertes y unas manos grandes. Victoria estaba demasiado nerviosa, pero sus nervios no evitaron que no perdiera de vista esas manos mientras ÉL le preguntaba sobre su vida, aspiraciones profesionales y le empezaba a hablar de su hija de dieciocho años, que ese año iba a comenzar la universidad. Victoria apenas recuerda sus respuestas, embobada como estaba en el baile de esas manos. En un determinado momento ÉL se dio cuenta, no dijo nada, sólo le sonrió de forma misteriosa.
Al día siguiente recibió la respuesta, tenía trabajo, iba a pasarse ocho horas en una caseta a pie de obra, tendría que trabajar fines de semana alternos y libraba dos días entre semana, que podrían variar a su conveniencia. Todo eso por novecientos ochenta y cinco euros al mes, más comisiones. No le pareció un sueldazo, pero tampoco le parecía un trabajo muy complicado. ÉL fue quien la llamó, dijo también que los primeros días estaría con ella para enseñarle como funcionaba todo, no iba a pasar tiempo sola porque ÉL se pasaría un par de veces diarias por la obra.
Y estuvo las dos primeras semanas formándola, la primera formación profesional, la segunda también formándola, pero esa fue otra clase de formación...
Todo pasó demasiado rápido, invitarla a comer para que no se sintiera sola, le hablaba de sus viajes, de sus negocios, siempre atento, a la vez era serio y distante.
La primera semana fue todo muy profesional, pero el domingo por la tarde ÉL se ofreció gustoso para llevarla a su casa, subió a su coche y aún no sabe como, cuando entró en ese coche ÉL le acarició la rodilla, casi sin querer, Victoria se estremeció, ÉL no dijo nada, pero continúo subiendo su mano por la pierna, hasta que se detuvo, todo lo hizo sin apartar la vista de la M-40. Victoria odió los pantys que llevaba, era justo lo que le había detenido, en ese momento hubiera deseado estar desnuda para ÉL, sabía que era una locura, le llevaba más de veinte años, era su jefe y ella era una niñata, pero sus manos...
La dejó en su casa despidiéndose con un escueto hasta mañana, no hablaron en todo el camino, sólo estuvo masajeándole su pierna izquierda y rozando su coño con el dedo índice de la mano derecha.
Sus manos, grandes como palas, sus dedos, largos como palos. No se quitaba de la cabeza ese dedo índice jugueteando con la entrada de su coño, con la barrera de las bragas y los pantys separándoles, pero sintiéndolo tan dentro.
Victoria hacia seis años que no era virgen, con dieciséis se acostó con su novio del instituto que era mayor, estuvieron juntos hasta que ella empezó la universidad, luego tuvo otras relaciones de meses, no era una mojigata, pero esto la superaba, todos eran unos niños de pecho al lado de ÉL. Con uno sólo de sus dedos había conseguido excitarla más que todos sus novios juntos.
El lunes comenzó su semana de formación extraprofesional. ÉL apareció al mediodía, llegó y sólo le dijo quítatelo todo, aquí hace calor. Victoria obedeció sin protestar, se quedo desnuda delante de ÉL, no sentía vergüenza, quería sentirse deseada por ÉL. Le ordenó sentarse en el pequeño sofá de esa oficina improvisada.

Abre las piernas.


Sentado a su lado comenzó con su dedo índice a recorrer su rodilla, subiendo lentamente por el muslo, adentrándose, acariciando suavemente la piel que hay en el interior de las piernas, subiendo lentamente, Victoria deseaba que se aproximara más, quería sentir ese dedo dentro...
El se bajó la cremallera del pantalón, a su vista quedaron unos abultados bóxer de color blanco, muy simples.

Ahora si quieres más me vas a comer la poya.

Victoria se sintió aún más excitada al oír sus palabras, no era cortes, sólo ordenaba, no era capaz de sentirse ofendida, era su ocasión de demostrarle lo que sabía.

Más despacio nenita, esto no es un palito como los de los niñatos con los que jugabas. Abre bien la boca, ahora chupa despacio, pasa la lengua suavemente por arriba. Así lo vas haciendo mejor, dame tu mano, te voy a marcar el ritmo que quiero que sigas. Aprendes rápido nenita

Victoria tenía la boca llena, no porque fuera una poya especialmente grande, pero quería tragársela, lamerla golosa, como una gran piruleta, quería impresionarle. De pronto notó como ÉL le marcaba el ritmo de otra forma, por fin sus dedos se adentraban en ella, el dedo corazón golpeaba en el punto G, al ritmo que ella le chupaba la poya. Estaba gustándole tanto que perdía la concentración en la mamada, sentía que si ÉL continuaba un minuto más así se iba a correr, ÉL también lo sabía, lo tenía estudiado y calculado, en el momento que a Victoria le llegaba el orgasmo, su boca quedo inundada de semen, que resbalaba por las comisuras de sus labios, porque con sus jadeos no era capaz de tragarlo.
ÉL se levantó, se subió los bóxer, abrochó su pantalón y cerró su cremallera, mientras que le preguntaba si había habido hoy alguna visita al piso piloto. Victoria no daba crédito a lo que había pasado, ella estaba aún jadeante, completamente desnuda y manchada de semen, a ÉL solo se le ocurría preguntar por los clientes.
Le contestó con toda la naturalidad de la que fue capaz, no mucha, todo sea dicho, que esa mañana sólo había pasado una pareja, pero que le dio la impresión que no estaban demasiado interesados.
Se levantó, se vistió, sacó un pañuelo de su bolso y se limpió la cara como pudo. Luego intentó trabajar como sino hubiera pasado nada.
Ese fue su octavo día de trabajo.

Continuará...o no...
Si queréis más ya sabéis donde pedirlo.

jueves, julio 3

Mierda de día


Para un día que tengo ganas de hacer cosas, va y se jode de la forma más tonta.
Ayer me robaron la cartera, al principio creí perderla en el metro, pero no, me la robaron en una tienda, H&M para ser más precisa. En Jenesaispop llaman a esa cadena hambre y miseria, me pareció exagerado y snob, ahora con toda la mala leche que tengo acumulada, lo suscribo.
Hace casi un año, perdí la cartera en un taxi, cuando volvía a casa de la estación el domingo, después de un fin de semana que debió de ser divertido porque era la feria de mi pueblo, pero que fue un infierno de lágrimas y alcohol. Afortunadamente el taxista consiguió localizarme y me devolvió la cartera el mismo lunes por la mañana. Ayer tenía la esperanza de haberla perdido en el metro y que un alma caritativa la encontrara, pero después de hacer mucha memoria, no pasó eso.
Salgo de trabajar a las tres, llego a casa sobre las tres y media, como no hacía mucho calor por fin me decidí a irme de rebajas y como también cuando salgo del metro paso delante de un montón de tiendas, ayer me dio por entrar. Primero fui a Stradivarius, me probé algo de ropa pero no me lleve nada porque había mucha cola para pagar, recuerdo que mi bolso estaba cerrado cuando estaba en el probador.
Luego pasé a H&M y vi un par de cosas que me hicieron gracia, cuando iba a pagar el bolso estaba abierto y por supuesto no estaba mi cartera.
Mi bolso es una bandolera bastante grande, con una solapa que vuelve y donde está la cremallera, bien colgado es imposible que me roben sin enterarme, pero como la tienda no estaba muy llena e iba cargada con ropa, me lo colgué de un hombro, supongo que cuando estaba buceando entre la ropa algún hijo/a puta aprovechó la ocasión.
No llevaba mucho dinero, unos doce euros, contenía también el DNI., tarjeta sanitaria, tarjeta de entrada al trabajo, dos tarjetas de crédito, otras variadas, algún recuerdo, un blister de la píldora y el bonobús. No es el valor, son las molestias de tener que renovarlo todo joden muchísimo.
Hoy tengo que ir a poner la denuncia, pedir cita para el DNI. que me había renovado hace tres meses, mañana ir al banco y todo esos papeleos que son un coñazo, sumado a que ahora hace más calor para andar dando vueltas y tengo menos tiempo para todo.
Al menos tuve suerte, porque al lado de la cartera estaba mi móvil nuevo, el i-pod y otro monedero y no me robaron nada de eso. Pero eso no me consuela.
Realmente doce euros no es ninguna fortuna, si hubiera llevado cien tampoco me hubiera importado, la cara de imbecil que se te queda cuando te das cuenta de que te han robado no tiene precio.

Hay demasiados hijos de puta sueltos por el mundo.

miércoles, julio 2

Mi maldito orgullo

En esta semana posfutbolera, y con la victoria de España en la Eurocopa, no he podido evitar pensar en Limón bastante más de lo habitual. Como gran aficionado (más bien fanático) seguro que este domingo fue el mejor día, no de su vida, pero si de su año. Y me alegré por él. Algunas cosas hacen que me alegre por él, que se diluya el rencor que le guardo, porque no quiero tener rencor, quiero que sea indiferente para mí, sé que es algo imposible, han sido demasiados años de mi vida junto a él para que deje de importarme lo que le pase, pero prefiero tener sentimientos de alegría, quiero que le vaya bien en su trabajo, con su familia, lo que me jode de él es su vida sentimental.

Sé que no estoy siendo justa, que está mal que lo piense, pero realmente deseo que se lleve algún palo, me siento mal por pensar así, por desear que se arrepienta y se diga que ha perdido a la mujer de su vida. Supongo que con el tiempo se irá diluyendo lo que estoy pensando, según lo escribo me doy cuenta de lo ridículo que suena.
Lo que llevo mal de la nueva novia de Limón, no es el hecho de que esté con otra mujer que no sea yo, a estas alturas tengo más que superados los celos, lo que me jode de verdad es saber que constantemente la gente me esté comparando con ella, que digan pues es más o menos leer el adjetivo que se quiera ... Es muy infantil por mi parte, no lo puedo remediar.
Siempre he odiado que me comparen, pero soy realista y sé que todo el mundo (donde me incluyo) comparamos constantemente todo, desde la leche que compramos en el super, los trabajos, las relaciones, casas y sobre todo a las personas. Yo me paso la vida comparando mi situación actual con la vieja.
Todo eso me fastidia mucho y por una parte tengo una curiosidad morbosa por ver a su novia, por la otra no quiero encontrármela en la vida. Cuando me he encontrado con amigos comunes, he tenido que morderme la lengua para no preguntar por ella, mi orgullo supera a mi curiosidad.

Por otra parte Limón, a diferencia de mí, quiere que yo sea feliz, pero su sentimientos no son pura bondad, se siente así (me consta) porque le embarga un sentimiento de culpa, por tomar él la segunda decisión de dejarlo. Yo quise dejarle en agosto y él me suplicó que no lo hiciera, le di otra oportunidad y al final fue él quien tras muchos mareos, consiguió dejarme o que yo le dejara, porque fue una ruptura muy rara. Fui yo quien dijo lo de no seguir, pero las condiciones para seguir eran imposibles, no me dejaba opciones y sabía que estar juntos de ese modo no llevaría a nada. A pesar de los pesares, yo quería luchar o sólo tenía miedo a como iba a ser mi vida sin él, todavía no lo tengo claro, por esa época mi autoestima debía estar bajo el nivel del mar, como he dicho en más de una ocasión fue un año muy confuso.
El romper de esa manera le hizo aliviar su conciencia y pudo decirle a la gente que había sido cosa de los dos (aunque la gente ha terminado culpándole) eso no le quita el peso de su propia culpa, porque el sabe lo que en verdad pasó, algo de lo que yo me he dado cuenta con el tiempo.
Es sobre esa contradicción entre ganador y perdedor de la que hablé hace tiempo, para la gente Limón es un cabrón que me ha dejado y yo soy una pobre niña abandonada, él por una parte se siente culpable, pero por otra parte satisfecho de no ser el abandonado. A mi me ocurre lo contrario, no tengo ningún sentimiento de culpa (a pesar de llevar un año engañándole con Fresa) y me jode ser la abandonada.

Es sólo una cuestión de orgullo...

Quise mucho a Limón, de una forma antinatural, yo era feliz si a él lo veía feliz, pero me engañaba, realmente yo era feliz así porque cuando Limón estaba bien no había gritos, ni discusiones, ni peleas, estaba tranquila. En esos momentos podía mantenerme un tiempo en paz sin tener que estar en guardia constante, si él disfrutaba aunque me estuviera ignorando, al menos no me iba a estar reprochando nada. Y por supuesto, no quería terminar montando una escena delante de todo el mundo (como acostumbramos), otra vez el maldito orgullo...

Me gustaría decir que no siempre fue así, pero analizando los años vividos, la misma historia se ha ido repitiendo, aunque con el tiempo más intensificada, hasta estar dominada totalmente y completamente ciega, envuelta en una telaraña de dependencia, donde creías amar a alguien, pero no tenía nada que ver con el amor, era una esperanza de que todo iba a cambiar, si hace un año buscabas la palabra autoengaño en el diccionario, estaría ilustrada con mi foto.
Había muchas promesas, que con el paso del tiempo no se cumplieron, entonces se empieza a caer la venda, pero tienes detrás demasiadas presiones autoimpuestas, los años pesan mucho.
Se dieron muchas condiciones para romper, yo estaba cada vez más cansada de ser su sparring emocional, como he dicho antes las promesas de un mejor futuro veía que no se cumplían, pero sobre todo Fresa apareció en mi vida y me enseñó que hay otra forma de querer, sin presiones, sin chantajes, sin gritos... Sólo disfrutando el uno del otro.

Estoy dejando atrás ese orgullo mal entendido, que no era orgullo, era intentar conservar la dignidad cuando te habían desprendido de ella, ignorar la verdad de lo que pasaba y aparentar una felicidad ficticia.
Aún conservo algo de mi maldito orgullo que sale en cosas tontas, pero lo que si tengo intacta ahora es mi dignidad y sé que nadie más volverá a quitármela.



martes, julio 1

Esta noche voy a devorarte



Esta noche voy a devorarte,
tengo hambre de besos atrasados,
gula de caricias y piel,
sed de sudores mezclados.

Esta noche te lameré el cuerpo
como un animal herido
cura sus heridas,
yo curare las mías contigo.

Quiero disfrutar
del sabor salado de tu espalda,
saciarme de ti,
roerte los dedos,
llenarme la boca en tu boca,
ingerirte, engullirte, tragarte...

Esta noche voy a comerte a besos.